La estrella más brillante...

...esa debe ser ella.

Mi abuelita.

Hace nueve meses que no la veo, y la extraño terriblemente. A veces no sé qué hacer sin ella. Me siento tan sola. Ella solía ser mi brújula; siempre me apoyó en todo. A nadie le contaba tantas cosas como a ella. Ella sabía todo de mis amores, de la escuela, de mis papás, de mi vida...

Cuando mis papás no me permitían ser, ella me liberaba de culpas y me entendía. Sobre todo eso; me entendía.

No pude darle el gusto de presentarle al novio guapo, generoso, caballeroso, protector y trabajador que ella habría querido para mí. El último fin de semana que pasé con ella me dijo que ya estaba en edad de merecer. 19 sin un sólo novio. Hªhªhª, ay, mi abue... yo sé que tú me escogerás al mejor, y eso toma tiempo, sin duda.

Me pregunto qué me diría ahorita sobre cambiar de carrera. Ella quería que me apuntara a esos concursos de cantantes de la televisión. Nunca pudo verme en escena siendo la protagonista. Estoy a pocos meses de hacer mi primera aparición importante en un teatro y no tengo a nadie que me diga lo chula que me veo en mi vestuario.

Ella siempre me dijo que era bonita y me compraba ropa de niña bonita. Yo nunca me he considerado bonita, pero creo que el día que haga lo que tengo que hacer, lo seré. Por ella quiero cambiar mis hábitos. Quiero ser una persona más sana, dormir más, hacer mis quehaceres, practicar y practicar. Quiero comer bien, quiero hacer ejercicio y cuidar mi cuerpo. Quiero aprender a arreglarme y vestirme bien.

Pero ahora, quiero dedicarle lo que estoy preparando. Y si un día llego a donde tengo que llegar, sé que habrá sido porque ella me llevó de la mano. El día de mi presentación, ella estará en primera fila y se sentirá orgullosa de mí al verme tan bella y talentosa.

Así que por ella, queridos lectores, seré lo mejor que puedo ser.

Te amo, H.